Protestante Digital/CdNC.info - Es la primera vez que el Gobierno de Cuba invierte para financiar una obra que no sea de carácter político o revolucionario. El pasado mes de febrero el libro ‘Frank País: Un líder evangélico en la revolución cubana’, del escritor Juan Antonio Monroy, fue reeditado con la colaboración del Ejecutivo cubano y presentado en la Feria Internacional del Libro que tuvo lugar en La Habana.
En la Feria del Libro de este año se ha concedido un lugar especial a Galicia, es por ello que ha sido todo una novedad la publicación de este libro que hace referencia a un hijo de gallegos que formaron parte de la histórica Iglesia Evangélica de Marín. En esta ocasión, el escritor y autor del libro, Juan Antonio Monroy, presentó su obra en el Museo Palacio de Junco de la ciudad Yumurina en la provincia de Matanzas, un acto que fue organizado por el partido del Gobierno.
El Instituto Nacional del Libro ha lanzado 8.000 copias de la nueva edición en Cuba, hecho insólito si se tiene en cuenta que el Ministerio de Cultura de ese país no permite hacer tiradas mayores de 3.000 ejemplares de una obra. Otra de las sorpresas para muchos evangélicos cubanos ha sido que los editores hayan decidido publicar el libro con su título original: “Frank País: Un líder evangélico en la revolución cubana”, ya que hace una mención expresa al carácter religioso de este gran revolucionario.
Lo novedoso también ha sido que esta edición se ha puesto a la venta a precio de la moneda nacional y no en dólares, para facilitar el acceso del pueblo a esta obra.
El escritor Juan A. Monroy se sintió llamado a investigar sobre Frank País cuando se dio cuenta de que el “héroe de la revolución cubana” era hijo del pastor y misionero evangélico Francisco País. Desde entonces, Monroy viajó por los lugares en los que había estado esta figura de la revolución para conocer más sobre su vida: “Estuve casi tres años recorriendo los lugares en los que vivió Frank País”.
“Descubrí a un joven único, entregado completamente a sus ideales cristianos y revolucionarios” –dice Monroy. Frank País fue miembro de la Primera Iglesia Evangélica Bautista de Santiago de Cuba, dónde predicaba el evangelio y colaboraba tocando el piano en las reuniones. Era un joven preocupado por las personas necesitadas, visitaba las cárceles y también lideraba el grupo de jóvenes de su iglesia local.
País fue hijo de Francisco País, pastor evangélico y misionero en la Iglesia Evangélica de Marín, en Pontevedra. Francisco País fue solicitado como pastor por la Primera Iglesia Evangélica Bautista de Santiago de Cuba a la cuál fue con su esposa para dedicarse a la obra pastoral en ese lugar. En Cuba murió su primera mujer y él volvió a casarse con una gallega de Marín (Doña Rosario) con la que tuvo tres hijos: Frank, Agustín y Josué.
Frank País está considerado un héroe de la revolución cubana por su implicación que tuvo en la lucha contra las fuerzas de Fulgencio Batista hace unos 50 años. Desde el asalto de Fidel Castro y los suyos al Cuartel Moncada en 1953, Frank País se unió al proceso revolucionario. A partir de ese momento País combinó su ideal cristiano con el ideal revolucionario. “Esta combinación puede parecer extraña, y ha recibido muchas críticas, pero estudiando el personaje hay que entenderlo” –dice Monroy. Aún ahora se pueden ver rasgos de esta complementariedad ilustrados en el Museo de la Revolución en Cuba, dónde hay un cuadro de Frank País en el cual figura la Biblia que utilizaba y una pistola.
Fidel Castro nombró a Frank País jefe provincial del Movimiento 26 de Julio después de conocerle y quedar “impresionado” en dos entrevistas que tuvieron en Méjico. País fue el que organizó el desembarco de Fidel y sus guerrilleros al llegar a Sierra Maestra. Con sus 21 años, Frank País comenzó a organizar movimientos revolucionarios por toda la isla. Según el escritor Monroy, País fue una de las primeras personas de Fidel Castro y una de las más importantes en la Revolución. Mientras Castro luchaba con sus guerrilleros en la Sierra, País luchaba en la clandestinidad del ámbito civil exponiéndose a muchos riesgos. “Frank estuvo en la cárcel varias veces aunque siempre logró salir” –dice Monroy. El autor del libro también explica que Frank y Ernesto Guevara se conocieron en aquella época y que, incluso Guevara, “casi le debe el título de ‘Comandante’ a Frank País”, ya que la primera vez que firmó como comandante fue en la carta que Fidel mandó a Frank País informándole de la muerte de su hermano Josué, que fue muerto en combate a la edad de 19 años.
Aunque Frank fue una persona comprometida con su fe, siempre fue un aspecto de su vida que no se conoció porque el Gobierno marxista siempre ocultó esta información al pueblo cubano. “Se hablaba de Frank País como político y revolucionario pero no como evangélico” –apunta Monroy. El escritor dice que en sus viajes por Cuba y en la publicación de su libro, los evangélicos cubanos le decían que nunca supieron esta faceta de País. El escritor reconoce que frente a esta información hay opiniones muy dispares en el pueblo evangélico. Unos creen que País nunca debería haberse comprometido con la lucha de la revolución otros, en cambio, aplauden que este gran líder de la revolución tuviera puesta su fe en Jesús.
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1 comentario:
Que bien, muy buen material bendiciones
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