Un ejemplo de humildad

Mercurio Manta/CdNC.info - “Dios nos da más de aquello que pensamos o queremos”, dijo el futbolista KAKÁ en Zúrich (Suiza) cuando con su perfecto y elegante traje marca Armari y su pelo peinado con curling gel recibió el premio a mejor jugador del año FIFA.

Lo tiene todo para ser presa fácil de la vanidad. Gana mucho dinero, tiene extremada fama, su imagen se asocia a la elegancia y el éxito y es oficialmente, en la última premiación 2.007 – 2.008 el mejor jugador de fútbol del mundo. El brasileño Kaká, sin embargo, es considerado un ejemplo de humildad y honradez gracias a sus convicciones religiosas que le acercan a Dios y le separan del mundo terreno.

Fue el balón de oro y el FIFA World Player del 2.007 – 2.008 cuando ganó con el Milán de Italia la Liga de Campeones, la Supercopa de Europa y en Mundial de clubes. Así Kaká se convirtió en noticia importante por su corrección, por su probidad y por sus valores, lo que fue motivo de atracción mediática y publicitaria.

Ricardo Izecson dos Santos Leite, mundialmente conocido como Kaká, no fue rescatado de la pobreza por el fútbol, no es adicto a fiestas y discotecas ni es una “bad boy”.

Sus convicciones están en sus raíces. No por casualidad, al iniciar su carrera en el fútbol profesional en 2.001, el muchacho nacido el 22 de abril de 1.982 en el seno de una familia de clase media de Brasilia – la ciudad brasileña con nivel de vida más elevado, recibió de sus colegas el apodo de “El Príncipe”.

Desprende una aura de perfección que le hace un héroe algo distante quizás, pero diferente, sin duda, las palabras “Dios” y “Jesucristo” pueblan su discurso, y más el gesto de lucir una camiseta con el mensaje “I belong to Jesús” (pertenezco a Jesús), con aquello se puede afirmar que el mundo del fútbol nunca había encontrado semejante profeta, que parece tocado con una varita mágica que posiblemente sea su vocación religiosa desde los catorce años cuando fue bautizado como miembro de la iglesia pentecostal brasileña Renacer en Cristo, cuyos fundadores, Rosana y Estevam Hernández, estuvieron bajo sospecha de delitos financieros y fueron arrestados en Estados Unidos a fines del 2.007.

Pero la vida cómoda desde el aspecto financiero no significa que Kaká no haya atravesado por momentos dramáticos. El peor ocurrió en el año 2.000, cuando sufrió un accidente en un parque acuático del balneario de Caldas Novas, se fracturó una vértebra cervical y por algunos días todos temieron que se quedara parapléjico.

“Tener un don no es suficiente, debes tener dedicación y mucho cuidado en la vida privada, una fuerte convicción religiosa, un comportamiento sólido en tus actuaciones dentro y fuera de la cancha, en suma, intentar siempre ser ejemplo para los demás”, declaró el futbolista cuando le pidieron que entregue su “receta” de tanto éxito.

Podría ser que esta nota sirva en algo para orientar a los deportistas que están en formación y que fácilmente se suben como “espuma de cerveza” y con mucha dificultad superan los escollos en sus carreras deportivas.

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